-Vengan y escuchen las nuevas del ingenioso hidalgo D. Antón
Meisozo y de cómo vivió seis meses en la ladera del vergel, en el monte del
reino de Atlair .-
Aquel viejo siempre contaba historias maravillosas,
increíbles e inigualables. Así que todos los jóvenes que su voz escucharon
rápidamente se acercaron a su pronunciada sombra que a media tarde refrescaba.
-“ El hombre de pantalón corto, negociante donde los
haya, llegó a la ladera tras haber batallado con las tropas del sur, bierzanas,
que estaban representadas por el caballero oscuro, maese Voto, que astuto y
delicado en combate, grandes éxitos, siglos atrás había conseguido. También
acompañaba a tan grandioso capitán Meisozo el representante de las tropas
ferrolenses del norte, Pit. Decían los soldados, que a su mando seguían, que
tenía ascendencia espartana. “
Tras haber anunciado el anciano la introducción de su
historieta un joven muchacho le preguntó: -¿Qué acaeció en el vergel susodicho
a tales importantes capitanes de tropeles infinitos?
-Tu juventud te apresura, pero los hechos son tan llamativos
que merecen que nos pronunciemos con inmediatez sobre ellos. Ahora quiero que
todos estéis calladitos… “ Fue una noche tras llevar cerca de cuarenta días en
el vergel- volvía a relatar el viejo contador de historias-que el importante
capitán Meisozo, preciado por todos, mientras soñaba escuchó la voz de un
unicornio en medio de un monte cercano al vergel, que en la mañana había estado
recorriendo. El unicornio hacia un ruido “sal…” pero no llegaba a entenderlo,
entonces el capitán empezó a agobiarse y a respirar fuertemente… volviendo a
escuchar el “salvad…” que el fantasioso animal pronunciaba cuando se despertó.
Alertado y oyendo gritos que sólo él podía escuchar llegó al
monte donde vio que uno de los soldados del escuadrón del sur entre las rocas
colgado estaba y gritaba “ Soy Muiños y convocó desde Boiro hasta el universo a
todos. Salvad a los soldados del ejército del Chavo, los liderados y apoyados
desde más allá de las tinieblas por las fuerzas astranas”.
Una vez consiguió ascender entre las rocas y acomodarse
entre alguna de ellas, el capitán preguntó qué prefería si la muerte por su
arquero o el tirarse, desde lo alto del monte, al suelo. Si optaba por tirarse
desde la montaña, y no moría, por la honra de haber sobrevivido liberaría a
todo el ejercito chavista.
Fue entonces cuando unas risas muy fuertes fueron
escuchadas. Ambos asustados se limitaron a contemplar la figura que desde el
monte bajaba. Era una joven india que junto a su arco llegó hasta la posición del
bueno de Muiños. Apuntó al capitán y dijo- soy Quelrra, india guerrera, la
mejor lanzadora de flechas jamás conocida. Si no acepta lo que le solicita el
muchacho, no tendré más remedio que lanzar mi flecha al sitio de su cuerpo que
usted elija.
El capitán, exasperado y bajo el olor de la tensión, trató
de tirarse y esconderse bajo una piedra. La india dejo que lo hiciera sin
disparar. Tras la roca dormía el rey del viento que había escuchado todo lo
acaecido y no evitó pronunciarse:
- queridos disputantes, yo soy el rey del viento, mi nombre
es Cories, y si tal y como he podido comprobar continuáis en vuestra disputa no
tendré más remedio que poner en marcha tal ventisca que partiría todas las
flechas posibles y llevaría a la muerte a cualquiera capitán de batallón que la
historia haya concebido o concebirá.
-Jamás el viento podrá contra el más grande capitán que la
historia ha concebido.
- Cállese, no ve que es muy poderoso y puede llevarnos al
peor de los destinos.
- Ya me habéis cansado, comenzaré a invocar a todos los
vientos para que se unan- y comenzó a decir- Sotneiv sodot rinev, is sasu nu
ojepse ol sárednetne….
Mientras pronunciaba su fórmula mágica una música comenzó a
sonar. Era el sonido más agradable que todos los presentes habían oído. De
repente, un tropel de músicos se presentó ante ellos. Cuando acabaron de
interpretar su canción habló el que tocaba la flauta:
- Somos la compañía mágica del sonido astral. Mi nombre es
Remo Unam y os hablo como jefe de la banda. Nuestra música será capaz de
hipnotizaros y hacer que actuéis como animales….- Volvieron a cantar: “la ..la
…la..la..son..son…son las siete y media y es la hora de levantarse,- con
armonía e incansable voz me despierta la alarma. Un nuevo día se inicia en el
reino de Rialta. Llevó ya un tiempo viviendo aquí y eso hace que haya conocido
a muy buena gente, tanto que los introduzco en las fantasiosas noches que
iluminan mi reponedor sueño. Seguro que hoy, al igual que cualquier otro día,
mantendré unas risas con el grupo del tito More, charlaré con Antón sobre su
chaqueta, me sorprenderé con las habilidades de Muiños, hablaré con los
coruñeses sobre mi Betis, viviré un nuevo capítulo de Expósito, Pedro y locuras
de primer año, la estupenda risa de Raquel,…