La residencia me ha dado la oportunidad de convivir con
gente de toda Galicia. Con gente que, a día de hoy, se convierten en tus amigos
poco a poco. El Viti, por ejemplo, es uno de ellos, con él visité su Ferrol
hace ya tiempo y me fasciné con el museo militar (me gustó a pesar de mi
apariencia tranquila y poco guerrillera). En aquel lugar han cuidado al detalle
parte de nuestra historia como son las maquetas de la guerra de Cuba o de
multitud de nuestros barcos. También pude conocer a Patri que me cuenta una
historia un tanto rocambolesca pero muy entretenida con la que me rio muchísimo
sobre la vida secreta de pedro, y al resto de su grupo: Noe, Cris… De otra
parte, debo recordar a la peña del gym con la que he compartido un muy buen año
(sólo la lengua se ponía fuerte de lo que yo charlaba). Como no, la gente de mi
planta, el gañán de Expósito, Pedro, el chavo, carliños… aquel que no haya
nombrado que se considere como tal de forma automática.
Gracias a la resi he podido conocer al tito More y a sus amigos
de Santa Comba (Rober…) con los que pasé
un finde muy chulo. Aquel pueblo los sábados se convierte en el mayor entramado
de discotecas de Galicia, acude gente de todos los sitios. Es muy divertido.
Como no, a Pedro y al gran Expósito uno de los hombres más
gañanes de la tierra y parte del universo, al tiempo que mete caña a la gente
se la gana con su insistencia por el conocer sobre las mismas.
Ayer la noche de San Juan puso broche final al año vivido
junto al maravilloso grupo formado por gente venida de toda España, el grupo de
los Séneca: Raquel, Denio, Anibal, Isaías, Roberto, Navarrete, David, Miguel
Ángel, Ada, Cris…y muchos más. Hemos hecho viajes juntos durante todo el año,
hemos salido de fiesta, lo hemos pasado bien y sobre todo nos hemos divertido.
En este grupo había personajes como el Gran Grifoll de quien aprendí la
fascinación por la vida (se sorprende por casi todo aquello que a otra persona
no le levantaría tal entusiasmo), por la cultura gallega, en definitiva, por lo
diferente.
En el grupo de los Séneca también organizamos, a lo largo de
todo el curso, unos partiditos los jueves en los campos de fútbol de nuestra
querida torre de Hércules ¡Vaya gozada!
Un ladrillo, mezcla, otro ladrillo, más mezcla… poco a poco
conseguí hacer una estructura fuerte. Cree una red fuerte, en la que cada día
los lazos iban siendo más resistentes. He vivido un curso académico en Coruña.
He conocido a mogollón de peña de toda Galicia, España y del Mundo.
Con este mensaje no quiero más que agradecer el buen año que
entre todos me habéis hecho pasar, la simpatía con la que se me ha tratado y
los buenos momentos que junto a vosotros he disfrutado.
En realidad, de cada uno de vosotros aprendí algo.
Quiero recordar todo el tiempo vivido aquí con alegría, como
un atrás que me ayude en el presente y me empuje en los pasos futuros. Esto es un hasta pronto. Un abrazo amigos.
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