Seguir a josgonher2 en Twitter

Entradas populares

lunes, 24 de octubre de 2011

Todo cambió...

Después de la fase de adaptación todo cambió...tanto que llegaron las primeras lluvias a Coruña y yo volví a casa. La mañana del pasado jueves, el hecho de ser andaluz me identificaba, pues era el único que había cogido un paraguas para enfrentarse al chirimiri mañanero, y de eso me percate en la cantina de la resi porque nadie llevaba paraguas, decían que "apenas eran unas gotillas" , todo ello pese a que mi ordenador, que iba en su super mochila de la US, llegase a clase un poco mojado.

Pues como antes os introduje, el jueves volé hasta Sevilla con un objetivo: hacer las pruebas de idiomas para Erasmus. Cuando llegué el maravilloso grupo formado por Bego, Fatima, Lola (que acababa de llegar al aeropuerto) y Oliva , me llevaron hasta mi nuevo destino: la casa del gran "riki".

Cuando el susodicho gran personaje de la historia de nuestro país llegó a su casa eran cerca de la una, y entre una cosa y otra nos acostamos a las 2 y con la charlita que se alarga hasta eso de las cuatro no nos dormimos...pero bueno los momentos con él valen mucho más que diez horas de sueño.  Total, me tenía que levantar a la siete de la mañana porque tenía que ir al banco, y después tenía una cita a las nueve y cuarto en el instituto de idiomas.


Habiendo dormido apenas unas horas, y tras haber intentado estudiar una hora de italiano (en un curso básico de internet, aulafácil o algo así) llegó el momento de hacer la primera prueba. Comenzaba a las once pero la gente no salió de la clase hasta y cuarto.


Muchísima gente había entrado ya en la clase que me había sido asignada (aula azul) y después de media hora estando de pie avanzado milimetro a milimetro hacia la puerte donde se encontraba el control de acceso al aula, cuando la mujer afirmó que ya no quedaban asientos libres. Esa afirmación a todos los presentes en la puerta esperando nos extrañó muchísimo, como no iba a quedar asientos en un aula asignada.
¿Es que no saben contar? Pensé en aquella pancarta tan famosa que recorrio la facultad de derecho que decía: donde caben dos caben tres pero 80. En este caso serían 150 personas que se presentan a un examen del cual no tienen ni idea.Si a veces los grupos grandes  tienden a la locura(en el cual me incluyo, claro está). Pues bueno la mujer encargada del acceso con tono serio y cara de enfadada nos dijo: os habréis equivocado de clase. Id a otra. Acto seguido la gente se le echó encima.

Yo, dialogante y consecuentemente empanado, intenté conseguir una solución. Dije vamos a otra clase, que ha dicho que hay sitio en Biología, pero claro tenemos que ir todos juntos. Mientras decía todo esto, me di cuenta que había perdido mi sitio en la cola y que la gente pasaba de charlar y empezó a colarse para ocupar los últimos asientos libres que pillaban (apareció la picardía española, frente a mi dialogo que es más bien de algunas partes de Europa...). Tras esto, y al comentarnos una chavala que venía de Biología que la habían echado porque estaba el aula llena, decidimos aceptar la idea de hacer el examen en el suelo. Pues bien, casi ni cabiamos en la clase sentados, pero al final hicimos el examen.

Por la tarde hice el de inglés, por la noche de cenita con los colegas y después un poco de calle betis con la gente de clase. Es una alegría volver a estar como si estuviera en Sevilla, aunque sea por unos momentos. Al día siguiente Francés por la mañana (fui al turno de la una, aunque el mio había sido cambiado la misma tarde del viernes a las once, todo un éxito de la organización).

Después del examen, intenté coger el bus de las cuatro, pero aunque apareciera en el horario en la web, según nos dijeron en el mostrador éste no existía. Así que las cuatro menos cuarto, el genial Cristóbal afirma que existe uno a las cuatro y cuarto directo pero que sale de Plaza de armas. Son las 4 menos diez, vamos rápido y cogemos un bus a eso de las cuatro. En lugar de coger el que nos recomiendan (el c3) cojimos el c4 que tardó casi 25 minutos en llegar a plaza de armas, por lo que no pudimos coger el de las cuatro y cuarto. Al menos el C4 volvió al prado para que pudieramos coger el de las 6. 


Cuando llegué me hinché de comer varios suculentos platos de la exquisita cocinera de la casa (a las ocho de la tarde) porque apenas había comido, acto seguido me acosté, me volví a levantarme a eso de las diez y media. Y como yo soy un hombre de tradiciones, cené nuevamente. Después un poco de marcha ecijana, debutando en River.  

Llegó el lunes, el día del viaje de regreso y como el vuelo era con Ryanair tenían que suceder cosas extrañas. Primero, en la cola de embarque un hombre con acento del este de Europa pero con un perfecto castellano, le dice al personal de ryanair mostrándole su billete, dejadme subir que la vamos a liar, que la liamos. Tanto la iba a liar que al instante llegó la policia y solucionó el asunto.

A la hora que según el billete se cerraban las puertas de embarque (las 4) todavía estamos esperando para montarnos en el avión. Ya ibamos con retraso. Después de montarse todo el mundo en el avión (que iba lleno como siempre) llegó la guardia civil. Al rato, de charlar con personal del aeropuerto, y con el piloto, el personal sube y se pasea por el avión. Al tiempo señalan a una persona, la bajan y después de discutir un rato con la guardia se la llevan. Al parecer había golpeado al personal del aeropuerto.

Son las cinco y el vuelo despega, vamos con media hora de retraso. También he de contaros que tras todo el vuelo charlando con una muchacha pacence a la que nada más montarme le dije que conocía a mucha gente extremeña, pero poca pacense, resultó que justo al final del vuelo me vino la inspiración recorde quien era de Badajor y resultó ser una amiga suya de toda la vida. No si lo del pañuelo va a ser verdad. El vuelo se movió más que de costumbre, y en el aterrizaje iba tan rápido el avión que todo el mundo tuvo que agarrarse al asiento delantero para no chocar por el frenazo que dimos.

A eso de las ocho y media (después de haber cogido el bus que te lleva del aeropuerto a la estación de Santiago, el tren Santiago- Coruña, y el bus que me sube al monte, a mi resi) llegué a mi habitación y bajé a cenar una estupenda sopa que acompañaba a la lluvia que cae sobre Coruña. Después de cenar escribí esto y ahora a descansar...1!! Mal tiempo, pero con buena cara por los buenos momentos pasados con los míos y los que quedan por pasar, ahora Coruña, me quedan dos meses de inmersión en la que me parece una muy bonita ciudad... Un abrazo queridos seguidores.

2 comentarios:

  1. Me encanta la entrada, me parto...es como estar escuchándote hablar.
    Ah! Encantada de salir en tu relato

    un besito Pepena =)

    ResponderEliminar
  2. Bego he de comentarte que apareces doblemente en el relato porque la chica de Badajoz a la que menciono es tu amiga. Le dije yo conozco a Bego Boto y me dijo que llevaba toda la vida en tu colegio me parece... creo que se llama Ana, estudia en Santiago medicina pero antes estuvo haciendo farmacia en Badajoz!!!y te vio el jueves en el aeropuertoo!! un besitoooo!!

    ResponderEliminar